martes, 8 de mayo de 2012

Kangaroo Valley

Considerado uno de los valles mas bonitos del mundo, Kangaroo Valley se encuentra a dos horas de Sydney en coche y bien merece la calificación.
Para llegar a él, lo mejor es no ir con prisa, tan bonito es el valle como el camino hacia él. Por el camino es aconsejable hacer un alto en las diversas cascadas y miradores. Por ejemplo, las Fitzroy Falls son de fácil acceso y merecen la pena. Pero andando un poquito se encuentran las Twin Falls que son tan impresionantes como las primeras. 
Aunque para mi, las mejores, por las vistas y la experiencia para llegar, fueron las Belmore Falls. Digo la experiencia, porque aunque la señorita de la oficina de turismo, me había preguntado el tipo de coche que llevábamos, y le dije que no era un 4x4, me aconsejó ir a esas cascadas y según íbamos conduciendo por la carretera secundaria, nos íbamos acordando de su madre, de su abuela y de toda su familia... Solo con decir que atravesamos un río con el coche de alquiler puede explicar el por qué.
Eso sí, mereció la pena.


Hay que decir que pese a llamarse Kangaroo Valley, no se ven muchos canguros, al menos por el día, pero hay vacas a tutiplén, parece más bien un pueblo de irlanda, que la tierra de los marsupiales. Eso sí, más hacia el sur, en el lago Conjola, llegando al hotel, y gracias a que Luisma iba dormido y no me indicó la salida de la carretera, mi orientación retrasada me llevó a decenas de canguros, pero de los de verdad, altos, no los wallabies chiquititos que siempre habíamos visto por los alrededores de Sydney.


Al día siguiente y después de una barbacoa en la casa rural a la luz de las estrellas y el horroroso sonido de un koala cabreado, decidimos bajar más al sur de Jervis Bay, un paraiso en el que ya hemos estado, fuimos rumbo a Ulladulla, donde recomiendo ir a los que más que snorkel, prefieran surf. Las playas son impresionantes y las olas parecen perfectas para el que sepa...Yo prefiero más el rollo calmadito, donde al tiburón no le empuje hacia mi la fuerza del agua. (Mentira, que aquí tiburones se ven pocos, de hecho a los que muerden, ni les ven).


Y bueno, todo es muy bonito y merece la pena verlo, pero a mi siempre me falta algo: La Gastronomía. Todo el mundo nos recomendaba Milton para comer y cuando llegas allí, solo ves pizzerías, sitios de pollos y tiendas de antigüedades en menos de 100m2, y nada de asadores o arrocerías ni restaurantes que parezca que te van a dar pan para mojar la salsa de lo que comes en vez de arroz blanco. Eso sí, había un sitio de empanadas, que lo normal es que sea nuestra última opción, porque las empanadas de aquí no son como las de Galicia, son empanadas rellenas de carne en salsa, con más salsa que carne. Pero ese sitio es de lo mejor que hemos probado y ahí, por una vez, se han ganado un punto culinario.


New South Wales es una región llena de posibilidades, y para mi, hasta ahora, estas dos-tres horas al sur de Sydney, es mi zona favorita.